¿Qué son los arcanos menores y cómo influyen en una lectura?

Dentro del tarot, los Arcanos Menores son las cartas que nos hablan de la vida diaria, de las emociones que sentimos en lo íntimo y de las situaciones concretas que atravesamos. Si los Arcanos Mayores representan las grandes lecciones y giros del destino, los Menores nos muestran cómo esas fuerzas se manifiestan en lo humano: en un gesto, en una palabra, en un miedo silencioso o en una alegría compartida.

Son 56 cartas divididas en cuatro palos:

  • Bastos (Fuego): la pasión, el entusiasmo, la chispa que enciende nuestros sueños.

  • Copas (Agua): los afectos, el amor, la ternura, pero también la tristeza y la nostalgia.

  • Espadas (Aire): las dudas, los miedos, los pensamientos que pueden herir o liberar.

  • Oros (Tierra): la seguridad, la estabilidad, lo que nos da raíces y nos conecta con lo concreto.

Cada palo narra un ciclo completo de experiencia, del inicio (el As) a la culminación (el 10), desde el inicio de una energía hasta su culminación o desgaste, y las figuras de la corte (Sota, Caballero, Reina y Rey) representan personas, actitudes o aspectos internos del consultante

¿Cómo influyen en una lectura?

Los Arcanos Menores son el matiz sensible que completa el mensaje de los Mayores. Nos muestran no solo qué está pasando, sino cómo lo sentimos:

  • Si algo nos ilusiona o nos quema por dentro.

  • Si lo vivimos desde el amor o desde la herida.

  • Si lo pensamos con claridad o lo enredamos en angustia.

  • Si nos da seguridad o si despierta nuestro temor a perder.

En una lectura, los Menores son la voz que traduce lo invisible en lo cotidiano, describen una emoción precisa, una reacción íntima, un momento real.

Si los Arcanos Mayores son los “capítulos de la historia”, los Menores son las escenas, los diálogos y los matices emocionales que hacen que el relato tenga vida.

Bastos (Fuego): Representan la chispa interna: motivación, inspiración, pasión. Emocionalmente, los Bastos son el ánimo vital, la capacidad de ilusionarnos y lanzarnos a nuevas experiencias. Pero también muestran la impaciencia, la frustración y la ira cuando esa energía no encuentra salida.

Copas (Agua): Son el territorio de los afectos: amor, empatía, tristeza, nostalgia, vínculos. Emocionalmente, las Copas son las que más nos hablan del alma sensible. Aquí encontramos tanto la alegría de compartir como el dolor de la pérdida. Nos recuerdan la importancia de sentir plenamente, sin reprimir ni ahogar las emociones.

Espadas (Aire): Aunque parecen racionales, las Espadas expresan los conflictos internos que generan angustia, ansiedad, tensión y miedo. Son las emociones que surgen de los pensamientos: dudas, culpas, indecisiones. Nos muestran cómo la mente puede oscurecer o liberar el corazón.

Oros (Tierra): Aquí están los sentimientos vinculados a la estabilidad, el cuidado y la concreción. El gozo de sentirse seguro, de disfrutar lo material, de tener raíces. También nos hablan del miedo a perder lo logrado, del apego o del vacío cuando solo se busca lo externo.

Los Arcanos Menores son el espejo de nuestro mundo interno en movimiento. Nos recuerdan que no hay emoción pequeña ni situación sin valor: cada alegría, cada desvelo, cada ilusión o decepción son parte del viaje. Gracias a ellos, el tarot no solo habla de destino, también habla de sentir, vivir y aprender en lo humano