
Qué dice la Biblia sobre el tarot
El tarot despierta mucha curiosidad y también muchas dudas. Para algunas personas es una herramienta de guía y autoconocimiento, mientras que para quienes siguen la fe cristiana surge una pregunta inevitable: ¿qué dice la Biblia sobre el tarot?
Vamos a verlo de manera fácil de entender, con ejemplos y sin juicios, para que cada persona pueda reflexionar desde su propia fe y experiencia.
1. La Biblia y la búsqueda de respuestas
En la Biblia encontramos que el ser humano siempre ha buscado orientación. Los pueblos antiguos acudían a profetas, señales en los cielos o a consultar oráculos.
En el Antiguo Testamento, el pueblo de Israel consultaba a los profetas para saber la voluntad de Dios. No era visto como “adivinación”, sino como recibir dirección divina.
Esto nos muestra que el deseo de tener claridad sobre el futuro o las decisiones es algo natural en los seres humanos.
2. La advertencia contra la adivinación
En varios pasajes, la Biblia hace advertencias sobre prácticas de adivinación o intento de manipular el futuro por medios externos.
Por ejemplo:
Deuteronomio 18:10-12 menciona que no se debe practicar la hechicería, la brujería ni consultar a adivinos o encantadores.
Isaías 8:19 dice: “¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Por qué consultar a los muertos en favor de los vivos?”
👉 Esto significa que, para la fe cristiana, la búsqueda de guía debe estar dirigida hacia Dios y no hacia herramientas que puedan distraer de esa relación.
3. Entonces, ¿qué pasa con el tarot?
El tarot no existía en tiempos bíblicos tal como lo conocemos hoy (con cartas ilustradas), pero entra dentro de lo que la Biblia llama “artes adivinatorias”.
Desde la perspectiva cristiana tradicional:
El problema no son las cartas en sí, sino el uso que se les da.
Se considera un riesgo poner la confianza en símbolos o interpretaciones humanas en lugar de confiar en la guía de Dios.
4. Diferencia de enfoques
Aquí es importante aclarar:
Desde la fe cristiana: El camino correcto es orar, leer la Palabra y buscar discernimiento espiritual directamente en Dios.
Desde quienes usan el tarot hoy: No lo ven como adivinación absoluta, sino como una herramienta de reflexión y autoconocimiento.
Una persona angustiada por su matrimonio puede abrir la Biblia y encontrar consuelo en pasajes de esperanza. Otra persona, fuera del marco religioso, puede usar el tarot para reflexionar sobre la comunicación y los bloqueos emocionales en su relación.
El objetivo en ambos casos es el mismo: buscar claridad y paz, aunque los caminos sean diferentes.
5. El riesgo de confusión
La Biblia advierte que apoyarse en prácticas de adivinación puede confundir más que ayudar.
En lugar de acercarse a Dios, la persona puede terminar dependiendo de las cartas o de un lector.
Alguien consulta el tarot para decidir si cambiar de trabajo, pero en vez de tomar responsabilidad, espera que la carta le diga “sí o no”. En la fe cristiana, la decisión debería basarse en oración, consejo sabio y confianza en Dios.
6. Una visión empática
Es importante no ver el tema como blanco o negro.
Para los creyentes: el llamado bíblico es claro, confiar en Dios y no en adivinación.
Para quienes no profesan esa fe: el tarot puede ser una herramienta simbólica que los ayuda a reflexionar.
Lo esencial es comprender que la Biblia invita a poner la confianza en Dios, no en objetos o prácticas externas.
7. El tarot como espejo interior 🌟
Muchos creen que el tarot dicta lo que va a pasar, pero la realidad es otra.
Las cartas funcionan como un espejo que refleja:
tus pensamientos,
tus emociones,
tus posibilidades,
Si alguien pregunta por su trabajo, el tarot no dice “te van a despedir”. Más bien muestra si la persona está estresada, si hay bloqueos en el ambiente o si tiene talentos que aún no aprovecha.
Esto no contradice la fe, porque el tarot no reemplaza la confianza en Dios, sino que ayuda a ver con más claridad lo que ya está en uno mismo.
8. El tarot y la Biblia: ¿enemigos o aliados?
Desde una mirada abierta, el tarot puede ser un complemento y no un enemigo de la fe.
El creyente ora para recibir luz divina.
El tarotista reflexiona con símbolos para entender el presente y tomar mejores decisiones.
Ambos caminos buscan lo mismo: claridad, paz y dirección.
Un cristiano puede orar por sabiduría antes de un nuevo trabajo.
Otra persona puede consultar el tarot y reflexionar sobre los cambios que necesita para crecer.
En los dos casos, el objetivo es vivir con propósito y mayor conciencia.
9. El peligro de los prejuicios
Muchas veces, por miedo o desinformación, se cree que el tarot es “diabólico”.
En realidad, las cartas son solo papel con símbolos.
El poder está en cómo se usen y en la intención con la que se consulten.
👉 Tal como un cuchillo puede usarse para cocinar o para herir, el tarot puede usarse para manipular… o para iluminar.
La Biblia invita a confiar en Dios para la guía espiritual. El tarot, en cambio, ayuda a comprender emociones y situaciones desde una mirada simbólica.
Ambos caminos, aunque distintos, buscan lo mismo: dar claridad y sentido a la vida.
✨ Por eso, más que condenar al tarot, podemos verlo como una herramienta que, bien usada, aporta luz y crecimiento personal.
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