¿Cuál es el tarot más antiguo del mundo?

Hablar del tarot es hablar de misterio, símbolos y una herramienta que ha acompañado a la humanidad por siglos. Pero si nos detenemos un momento y nos preguntamos ¿cuál es el tarot más antiguo del mundo?, descubrimos que no se trata solo de cartas, sino de historia, arte y cultura.

Los orígenes del tarot: mucho más que adivinación

Hoy en día relacionamos el tarot con lecturas espirituales, amor, trabajo o decisiones importantes. Sin embargo, sus primeras apariciones no tenían un fin adivinatorio, sino lúdico y artístico. El tarot nace en Europa durante la Edad Media y el Renacimiento, en un contexto donde las cartas eran un lujo reservado a nobles y familias poderosas.

El tarot más antiguo del que tenemos registro es el Tarot Visconti-Sforza, creado en el siglo XV, alrededor del año 1440 en Milán, Italia. Estas cartas fueron encargadas por la familia Visconti, una de las más influyentes de la época, y más tarde completadas por la familia Sforza, que se unió a ellos a través del matrimonio.

El Tarot Visconti-Sforza: una joya del pasado

Este mazo de tarot es considerado el más antiguo del mundo que se conserva en la actualidad. No era un tarot pensado para adivinación como lo conocemos hoy, sino un mazo artístico y simbólico. Cada carta fue pintada a mano, muchas de ellas con detalles en pan de oro, y sus imágenes reflejaban escenas de la vida medieval, valores morales y representaciones religiosas.

Aunque el mazo original estaba compuesto por 78 cartas, no todas han sobrevivido al paso de los siglos. Hoy en día se conservan varias barajas incompletas en diferentes museos y bibliotecas del mundo, como la Biblioteca Pierpont Morgan de Nueva York, la Academia Carrara en Bérgamo y la Biblioteca Nacional de Francia.

Del lujo a la herramienta espiritual

Con el tiempo, el tarot dejó de ser un objeto exclusivo de las cortes y fue expandiéndose a otros ámbitos. Su simbología profunda comenzó a usarse para reflexionar sobre la vida, los destinos y las emociones humanas. Fue así como, siglos más tarde, empezó a relacionarse con la adivinación, la espiritualidad y la conexión interior.

El Tarot Visconti-Sforza, aunque hoy lo vemos más como una pieza histórica que como un mazo de uso cotidiano, abrió el camino para lo que hoy conocemos como tarot moderno.

¿Por qué es importante conocer el tarot más antiguo del mundo?

Entender de dónde venimos siempre nos da claridad sobre dónde estamos y hacia dónde vamos. Conocer el tarot más antiguo del mundo nos conecta con:

  • La historia: comprendemos que el tarot no nació de la nada, sino de un contexto cultural y artístico.

  • El simbolismo: las cartas siempre han estado llenas de significados, aunque estos hayan cambiado con el tiempo.

  • El valor humano: antes de ser un medio espiritual, el tarot fue una expresión de arte, de lujo y de identidad social.

El legado que sigue vivo

Aunque hoy en día existen muchos tipos de tarot —como el tarot de Marsella, el Rider-Waite o incluso tarots modernos personalizados— todos beben de esa raíz antigua. El tarot más viejo del mundo nos recuerda que lo que hoy usamos para buscar guía y respuestas, antes fue un reflejo del poder, la belleza y la visión del mundo de quienes lo mandaron a crear.

La influencia del ocultismo y la mística

El verdadero giro hacia lo espiritual llegó en el siglo XVIII. Filósofos, ocultistas y místicos comenzaron a ver en esas imágenes algo más que simples ilustraciones. En especial:

  • Antoine Court de Gébelin (1781): fue uno de los primeros en afirmar que el tarot tenía un origen sagrado y misterioso, incluso vinculado al antiguo Egipto. Aunque esa idea nunca se comprobó históricamente, abrió la puerta a que el tarot fuera visto como un libro simbólico lleno de sabiduría ancestral.

  • Eliphas Lévi (siglo XIX): fue otro gran impulsor. Relacionó el tarot con la cábala, la astrología y los arquetipos universales. Para él, cada carta representaba un principio cósmico o espiritual.

Gracias a estos pensadores, el tarot dejó de ser visto como un simple juego y se empezó a usar como una herramienta de exploración interior y conexión con el inconsciente.

Los arquetipos y su poder

Con la llegada del psicoanálisis en el siglo XX, pensadores como Carl Gustav Jung fueron clave. Jung no era lector de tarot, pero hablaba de los arquetipos universales: símbolos e imágenes que se repiten en todas las culturas porque forman parte del inconsciente colectivo.

Si miras las cartas del tarot, verás que encajan perfectamente en esta idea:

  • El Loco → la inocencia, el inicio, la libertad.

  • La Emperatriz → la madre, la fertilidad, la abundancia.

  • El Diablo → los miedos, las cadenas internas, la sombra.

  • La Muerte → transformación, final de ciclo, renacimiento.

Así fue como el tarot se consolidó como un mapa simbólico del viaje humano: desde la inocencia del Loco hasta la plenitud del Mundo, el mazo refleja todas las etapas, luchas y aprendizajes de la vida.

El significado espiritual hoy

Con todo este recorrido histórico, el tarot pasó de ser un mazo artístico a un espejo del alma. Hoy se utiliza para:

  • Autoconocimiento: comprender emociones, miedos y deseos.

  • Reflexión espiritual: conectar con lo que no se ve a simple vista.

  • Guía en decisiones: interpretar lo que los símbolos revelan sobre nuestro presente y futuro potencial.

El tarot se convirtió en espiritual cuando los seres humanos empezamos a darle un sentido más profundo a las imágenes. Los arquetipos no nacieron con esa intención, pero con el tiempo se les reconoció como un lenguaje simbólico que nos conecta con lo más profundo de nuestra psique y nuestra esencia.

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